Entrada al recinto del patriarca

Habia pasado ya varias cosas desde que habiamos llegado a las doce casas. Ahora mi hermana me pedia que le ayudara a poder controlar el poder que yacia en ella, y ponia un ejmeplo de como yo, podia enfriar las cosas hasta hacer pequeños pedazos de hielo con mis manos. Esos eran recuerdos que tenia desde hace mucho tiempo, incluso algun vez los habia compartido con ella. Sucesos extraños para mi en ese entonces. Pero ahora, se convertian en una fuerza para proteger a la reencarnacion de atena.

En el recinto del patriarca habia tomado la mano de mi hermana para salir juntos a empezar a entrenar. Pero en el trascurso de la pequeña caminata, mis manos temblaban y comenzaba a tragar saliva con un poco de dificultad. Tenia ideas que podria malinterpretar mi hermana. No habia entrenado a nadie, incluso no era un caballero del todo. Mis tecnicas aun no eran tan perfectas, solo dominaba unas cuantas tecnicas, y ese era mi peor error.

Pero a la vez, mi debilidad podria hacer que mis ataques fueran un poco mas simples. Sin un daño mayor. En si no queria causarle algun daño que me costara demas. Mi voluntad por ayudarla era superior a mis temores, y no queria que algun otro caballero le hiciera daño. Asi que despues salir de recinto, caminamos unos metros mas. Aun no se ocultaba el sol, y estabamos solo ella y yo.

Sophia... Sabras que no quise tener todas estas formalidad, simplemente me parecio que deberia de actuar como caballero cuando estes enfrente de los demas guerreros. No se que harian si vieran que tienes mayores atenciones para mi, pero aun asi quiero que sepas que simplemente estare aqui para ti...

Parecía que todo estaba normal. Por un momento pensé que mi hermana se habria sentido mal por mi actitud dentro de aquel recinto. Pero ahora todo quedaba como siempre, incluso nuestra union se hacia cada vez mas estrecha. Y asi ella se acercaba hacia mi. Puso una mano sobre mi cabeza, mientras voleaba poco a poco a mirarla, y con el viento de la tarde solo podia admirar la belleza de mi hermana mientras que su cabello se mecía.

Y fue así como estábamos ahí unidos, por un lazo mas grande que cualquiera entre los demás individuos. Me sorprendió por un momento que ella hablase de como podía curarme pequeñas heridas que me causaba mientras jugaba. Tenia razón, aquella habilidad podría ser una muestra de lo que se trataba su poder.

Bien Sophia... Solamente te puedo decir, que en aquellas veces que me veías congelar cosas era porque simplemente no tenia un control de esa técnica, simplemente tocaba cualquier cosa que se me pusiera enfrente, y de la nada se congelaba. Es difícil poder explicarte, pero ahora, cuando al fin comprendí que esta fuerza no era otra cosa sino una herramienta para protegerte, asimile entonces que debería entrenarme...

Y sin decir nada mas, mi mano derecha se alzo poco a poco hasta llegar a hacer un angulo con mi cintura. Abrí la mano, y entonces se vieron pequeños cristales de hielo que se formaban en mi mano y caían lentamente al suelo.

Hermana, todo este mundo que nos rodea esta formado por pequeñas partículas de energía, tu cuerpo, el mio, las rocas, todo esta constituido por el cosmos. Esta energía que se nos ha brindado es capaz de romper grandes murallas, incluso destruir la propia tierra... Por ello, en tu caso es indispensable que ese poder sea para liberar a este mundo del mal...

Si bien no he perfeccionado mi técnica del manejo de hielo, puedo decirte, que simplemente busco entre mis pensamientos, aquella fuerza que me hace crecer día a día, aquellos momentos en que he vivido y que siempre busco proteger, y no puedo negarlo, que en cada recuerdo estas tu Sophia... Por ello así como yo he buscado mi inspiración tu deberás encontrar el tuyo... Por el bien de esta tierra, así como de todos los seres vivientes... Busca lo que realmente te mueva a hacer el bien...