Saliendo de Roma

por Ayem Mar Abr 10, 2012 12:43 pm

Las copas de los árboles se movían, como si estuvieran bailando en total sintonía con la melodía de la naturaleza, el chocar de sus ramas y hojas producía un sonido, de cascanueces, que parecía embelesar los sentidos, y cualquier ser vivo o muerto parecía entrar en paz calma y tranquilidad, el cuerpo del joven parecía dejar al lado el dolor para entrar, en el reposo, los músculos arterias y demás, comenzaban a funcionar mejor mientras que los ojos de aquel joven comenzaban a cerrarse, los pocos rayos del sol que podían atravesar la atmosfera, hacían ver aquellos bosques como el jardín del paraíso.

Que hermoso es todo esto…

Spoiler:

Se escucha en la mente del joven que al igual que los árboles, se movía según el ritmo llevado por la naturaleza, poco a poco su energía comenzó a decaer, y por fin luego de varios kilómetros recorridos en ese estado de sonámbulo pudo escuchar claramente, el sonido de una flauta.

Tratando de abrir sus ojos para ver que ocurría realmente, solo logro caer en el suelo y quedar dormido, pero su mente estaba ahora en otro lugar.

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Spoiler:

El joven poco a poco comenzó a pararse, y observo un lugar entorno clima y condición totalmente distinta ha donde estaba, mirando extrañado todo el lugar. Se preguntaba.
En dónde estoy?
La luna de color rojo, cubría con su luz todo el lugar, ninguna brisa, ningún signo de vida, avía en ese lugar, todo lo contrario, todo indicaba muerte, tragedia, miedo, puros sentimientos negativos, el lugar en sí, era totalmente distinto al mundo real, las rojizas arenas, y un lago de color negro en medio.
El joven comenzó a moverse impulsado más por su temor que por su valor, su cuerpo parecía el de antes, su espada ni escudo estaban en este lugar, todo eran tan extraño, podía sentir, el sentir como si su cuerpo jama subiera sufrido por el letargo, arrodillándose en la orilla del lago, totalmente confundido escucho una voz que provenía de aquel lago.
Ayem Por fin has llegado, te eh estado esperando, desde hace mucho tiempo…
La voz era fría, y aterradora, pero sin embargo avía dicho un nombre, parecía ser el nombre de aquel joven, que aterrado, se ponía de pie, y se echaba un poco para atrás tratando de divisar de quien era aquella voz que le parecía familiar.
Ayem no tienes por qué temer, ayem ayem ayem…
Decía aquella voz que poco a poco fue desapareciendo, la respiración del joven era acelerada, sin embargo, sonrió y respondió aquella voz, de una manera igualmente fría y calculadora...
Te refieres a mí ¿con ese nombre? Quien eres tú y que eres tú?
Una vez más todo entro en un silencio fantasmal, y la luna giro como si fuera el sol, mismo, pasaban las noches y aun nada que respondía, aquella voz hasta que por fin, volvió hablar aquel misterioso sujeto.
Ayem soy tu, y tú eres yo, ayem debes continuar tus caminos aun no es momento para que hablemos, ayem despierta ayem despierta, y termina de cruzar ese bosque, te encuentras en un gran peligro en ese bosque, y dirígete a las playas a recuperarte por completo ayem despierta.

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Sus ojos se abrían, en aquel bosque del sueño, estaba en el suelo, ayem, parecía estar, anonadado, claro estaba por lo que en su mente avía pasado, podía escuchar una flauta, pero sus pensamientos estabas distorsionados, aun no pensaba claramente, pero parecía que caería en el sueño cuando se recordó de lo que le dijo aquella voz, con su mano izquierda cogió su espada, estando en el suelo y la estrello con una piedra que estaba junto a él, creando un fuerte chillido, que corto el sonido de aquella flauta. Parándose rápidamente, comenzó a correr, casi que cayéndose, podía ver, y olor lo salado del mar.
Pero porque debo huir, porque no soy débil soy fuerte.
Decía pero dentro de sí sabía que aún estaba muy débil para ponerse a luchar con otro ser, cayendo casi sin fuerzas por una ladera del bosque se deslizo hasta las arenas de la playa donde yacía desmayado otra vez el joven.