Viaje en Barco a*Br*tania

por Kardia1 Vie Sep 24, 2010 12:07 am

Tras escuchar a mi hermano menor noté que me dijo blando. Escupí para un lado en forma de negación mientras me quitaba el vino provocándome clavarle mi espada. Se fue huyendo de mi ira seguramente. Le pedí a los grumetes otra bebida a gritos y me trajeron 2 vinos y un vaso. Miré la copa en mi mano y no encontré nada mejor que lanzársela a Manigoldo. Me reía a carcajadas de mientras veía como el pobre diablo se llenaba de licor en todo su cuerpo.

Entré a otro sector de ese bote, uno que permanecía techado bostezando y vi unas mujeres…no había nada que hacer asi que me dispuse a coquetearles mientras tomaba un sorbo fuerte y me pregunté si este barco aparte de estas jóvenes putas, tendrá un bar de esos de mala muerte. Tras pensarlo bajé por las escaleras encontrándome una mini zona de bebedores.

Que porquería esto no llenaría ni al más vasto de las repugnantes faunas del infierno y más con mi sed del demonio… tendré que conformarme con esto.

Mientras hablaba me senté golpeando la mesa, esperando a que me trajeran otro licor de mas sabor. Esperaba que algo interesante ocurriera… no había nada mejor que hacer que mirar a la mesera mientras pasaba. Dejo la botella frente a mi y no hubo nada mejor que darle un nalgazo. Viendo que no reaccionaba la hija de puta, me reí al darme cuenta el poco orgullo que tenía la ramera aquella. Me puse a beber para después recostar todo mi cuerpo en la silla y mirar al techo.

Reverenda vida de perro… a buscar dinero… tomare mi parte y le daré por el culo a todos e intentare cogerme al que me vea mal sin darle misericordia. Todos conocerán que tan temible soy… y que se siente vivir entre la mierda.

por Manigoldo Vie Sep 24, 2010 2:04 am

Manigoldo estaba a punto de seguir su camino, lejos de su hermano cuando de pronto sintio que algo lo golpeaba y un liquido se exparcía por su cuerpo... vino... y un vino casi con olor a vinagre. Se miró el ropaje irritado girando los ojos hacia arriba... Kardia nunca maduraba y parecía que estaba ahi tan solo para joderle la vida. No sabía realmente que había hecho para que los dioses lo castigaran con semejante molestía en el culo.

- Por el coño de Juno, sinceramente aveces me pregunto si estabas en la fila el día que repartieron los cerebros pedazo de imbecil. - Manigoldo agitó sus manos hacia abajo para desprenderse un poco del vino, pero sería inutil. Lo más probable era que pasaría el resto del viaje pasado a vinagre y molesto. Miró por ultima vez a Kardia y siguió caminando. Era mejor que ese tipo ni se le cruzara por el camino los días que seguían de travesía hacia Britania. - Pierdete infeliz... pierdete y bebe agua salada a ver si comienzas a alucinar y hablar con los pajaros igual que el gordo maricón.

Siguió su camino con lentitud, esperando que el vino se le secara. Sacó su daga y comenzó a moldear solo por el aburrimiento un trozo de madera. El clima en el mar no era desagradable... la verdad el sonido de las olas lo tranquilizaba bastante y le quitaba el pensamiento de aquello que había estado sintiendo por algunos días... aquella sensación de que algo se acercaba y no era bueno...

Y justo ahi, en medio de la nada y en soledad... comenzó a pensar en aquella chica de cabello rojo que había parado el sangrar de aquel hombre de la doceava. Muchas preguntas se iban a su mente... pues un don así no era algo comun, de hecho se extrañó de que no hubiese intentado por la fuerza hacer que le explicara que brujería había empleado, o a que dios le había ofrecido su alma para que hubiesen accedido al pedido de sanar completamente a un hombre en cosa de segundos.

por Kardia1 Dom Sep 26, 2010 12:52 am

Tras un rato bebiendo quedé algo con pereza para después recibir otro trago mientras en vez de agarrar el trago de licor, me propuse agarrar de la cintura a la hija de puta que me andaba sirviendo. La senté en mi regazo y después le lamí la mejilla. Estaba disfrutándolo justo cuando llegó hacía donde yo estaba uno de los que supuestamente protegía a las señoritas camareras.

La lancé al suelo mientras me paraba para ver como se me cuadra el tipo y al mismo tiempo llega otro por detrás. Pero eso no era todo… también se acercaba uno a golpearme. Me moví de lado para que me siguiera. Intentaron golpearme en una pelea muy injusta, pero ellos no contaban con que en ese instante portaba mi navaja, por lo mismo, la saque y se la clavé en la cintura para que después cayera al suelo. Las mujerzuelas gritaron apenas lo hice y se abalanzaron hacia él para atenderlo. Los otros sujetos se me acercaron y uno me golpeo el estómago. Estaba todo planeado para que así fuera… ya que apenas lo hizo agarré su mano y la inmovilice, le di una gran patada entre las piernas y el sujeto sólo cayó al suelo medio inconciente en un grito de dolor.

Estúpido bastardo mal defecado espero que te den por culo y te reciban en la escoria dándote por detrás hasta que te desangres y pidas clemencia… espero que sufras y quieras suicidarte en tu propia miseria.

Tras decirle aquellas palabras me dispuse a salir de ese puterío, apenas alcancé las escaleras vomité la cerveza sintiendo el efecto del golpe para después pensar que estuvo mas o menos bien y algo tenaz en darme pero no lo suficiente bueno para mí. Seguí caminando hasta llegar al medio del barco en la parte de arriba. Me acerqué un poco a su orilla para ver el mar.

Quien lo creería … tengo una ramera como hermana que tiene de una prostituta un dineral y ahora me acabo enterando… espero que esto termine para salir de esta miseria y lograr ya quitarme estos pensamientos sobre el dinero.

por Manigoldo Dom Sep 26, 2010 1:17 am

Viajar en barco era realmente una molestia o al menos eso pensaba Manigoldo mientras observaba el horizonte. Seguramente en ese mismo instante sus compañeros de legion estarían clavando las manos de Breda a la puerta del senado. Eso mandaría un buen mensaje al respecto o eso al menos creía el Legionario. No podía confiarse en que todo sucedería rapidamente, pero no era el momento en Roma para que se les castigara por la muerte de un bufon publico, cuya imagen estaba pintada en cada pared de Roma siendo follado por el Rey germano.

Se sentó viendo como el sol estaba ocultandose y luego se haría de noche. Se estaba volviendo demasiado frío y no encontró nada mejor que taparse con una cobija para tomar algo caliente y comer un poco de pan.

No sabía donde se encontraría su hermano ni tampoco pretendía en ese instante al menos salir a buscarlo. Si Kardia tenía sueño encontraría un lugar para dormir, aunque... conociendo a Kardia... pasaría la noche con alguna mujer aunque eso significara emplear la fuerza. Bostezó mientras bebía aquel liquido caliente que le calentaba el cuerpo... un poco de infusion de hojas con alcohol...le daba mordiscos a su pan y lo engullía.

De pronto vio que tambaleandose aparecía su hermano, mirando el mar.

- Hey Kardia... ¿Te sientes bien? Tienes una carita... uno, o te rompieron el culo en una pelea, o vomitaste por el viaje...¿Acerté?

Manigoldo sonrió burlescamente. No había nada mejor que joderle la paciencia a Kardia pues nunca se podía saber que reacción iba a tener.

por Kardia1 Dom Sep 26, 2010 1:45 am

Tras escucharlo le alcé el puño como amenaza mirándolo detenidamente algo molesto pero a la vez mareado debido a todo el conflicto hacía unos instantes. Estaba un poco aturdido, por lo cual moví mi cabeza de un lado a lado para quitarme la pereza y decirle atentamente y con fuerza en mi voz algunas palabras.

Jajá…solo vomite una vez y que va!! Le partí la madre a esos hijo de puta jajá deben de estar sintiendo como Hades le mete su espada por el culo y le parte el ano en pedazos…

Tras decirlo sentí nauseas nuevamente. Tragué mi propia saliva para no vomitar. Después de eso, vi algunos grumetes y les pedí un tazón de agua fría y un gran bistec o una presa jugosa.

Mientras esperaba me quedé mirado a mi patético hermanito y noté que llegaba la comida. No había nada más que hacer para pasar el rato, agarré el agua y me la tomé toda para quitarme lo mareado y empezar a comer como bestia la presa de carne que me habían traído… por el sabor supuse que era cerdo o algo parecido. Cada mordida que le di la disfrute bastante, para luego mirar a mi hermanito y pedirle a la escoria que trajera algo más comestible para mi tarado hermano.

Bueno tarado ¿Que esperas hacer con tu parte además de vivir feliz para siempre?.. ja.. Que patético… te lo digo.. Preferiría ser feliz con puras mujeres a mí alrededor y una que otra pelea para variar, esa, es la buena vida…

por Manigoldo Dom Sep 26, 2010 5:22 pm

Manigoldo levantó una ceja mientras observaba como Kardia ponía cara de que de nuevo iba a vomitar. Le revolvió el estomago ver como su hermano venía pasado a vomito y ademas con arcadas a su lado. Era simplemente asqueroso.

- Si vas a vomitar alejate de aquí que estoy comiendo. Que asqueroso que eres... lacra. - Manigoldo le dio un sorbo a su agua caliente y siguió sentado apoandose contra el borde de la baranda del barco. Intentaba no mirar a Kardia, pero el espectaculo que su hermano solía dar era bastante dificil de ignorar. A gritos pedía que le trajeran mas comida y algo de beber. Manigoldo solo suspiró irritado, no era suficiente para Kardia estar a punto de vomitar sino que ademas tenía que seguir bebiendo y comiendo. Todo lo que le pasaba se lo tenía bien merecido por cerdo.

- ¿Estabas con arcadas y aun así sigues comiendo? Quien te entiende... nuestra madre debió dejarte caer de cabeza cuando eras un bebe o algo asi, porque no me explico de otra forma el como saliste tan estupido... a menos que seas el producto de nuestra puta madre y su hermano... el incesto suele crear mentecatos. Lo unico que te digo Kardia, si te veo hablandole a un espejo y enojandote porque te esta imitando (lo mismo que hacía el gordo maricon cuando fumaba opio) te juro que te mataré para evitarte la verguenza de ser el hasmereir de la doceava.

Se reclinó contra la madera y cerró los ojos... a era tiempo de dormir y esperar una nueva mañana... faltaban algunos días para llegar a Britania.

por Kardia1 Lun Sep 27, 2010 12:36 am

Tras seguir comiendo ya estaba lleno. Seguí tomando agua para que me haga buena la digestión hasta estar sano. Me senté en el suelo mientras a recostaba mi cabeza a la pared y quedé viendo el cielo sacando mi navaja. La clavé al suelo mientras empecé a hacer líneas algo aburrido y a la vez estresado por este inmundo viaje sin prestarle mucha atención a las cagadas de bosta de mi hermano. De tanta mierda que decía más me obstinaba. Solo pasó un momento para que el sueño me invadiera, por lo tanto me paré y miré al feto de Manigoldo.

Eh Tarado… cuanto faltara para llegar a la mierda esa de Londinium?... si seguimos así tendré que irme a acostar con una de la prostitutas de culo suelto de este barco… de ultimo que me entero como la hija de puta de nuestra madre nos ha hecho tantas cagadas. Espero que este retorciéndose en el infierno y que el demonio le parta en 2 desde la raja del culo.

Tras decirlo me dirijo a la puerta quedándome un rato por si me decía algo pero para después seguir caminando y disponerme a bajar hasta el bar para seducir y agarrar a la fuerza a algunas de la jóvenes para irme a acostar con ella y pasar un rato agradable para después quedarme profundamente dormido.

por Manigoldo Lun Sep 27, 2010 1:17 am

Habian pasado varios días desde que subieron al barco. El olor a sal estaba tan impregnado en Manigoldo que hasta los labios se le estaban partiendo por el viento marino. Pero eso no le importaba... ni el hecho de que hacía dias no había tomado un buen baño ni comido algo descente. Lo único que trascendía en ese instante para él era llegar pronto a Londinium y poder encontrar al famoso general Archer que había sido tan recomendado para honrar con su presencia a la doceava legion.

Habían pasado alrededor de dos semanas, en las cuales Kardia como siempre se había metido en todo tipo de líos y si esos hombres hubiesen sido piratas, lo hubiesen hecho saltar por la plancha. Pero como eran simples marineros, temían a dos legionarios que se dedicaron a beber, blasfemar y cojer con las virgenes hijas de los marineros. Todo un dilema moral era el par de hermanos, pero ¿que más daba? al menos Manigoldo pensaba que la vida era demasiado corta para perderla en formalidades y manteniendo una vida honorable y estricta.

Fue ese amanecer en que lo despertaron con un balde de agua por que estaba ebrio y pasando la resaca, en que supo que habían llegado a la famosa Londinium.
- Estamos aquí, el puerto de Londinium. Baja tu culo de este barco y no vuelvas a aparecerte por aquí mal nacido. - le dijo un hombre gordo que le dió la espalda y camino dentro del barco.

Manigoldo no podía despertar. Sentía que una hacha le partía la cabeza en dos. Abrió los ojos con lentitud y empezó a bajar por la rampa que lo llevaría al puerto de Londinium. No veía a su hermano por ninguna parte, pero de seguro lo encontraría de alguna forma, siempre era así, por mucho que se quisiera escapar de aquel sujeto nunca lo conseguía.

por Kardia1 Mar Sep 28, 2010 12:25 pm

Tras estar dormido y de paso con la resaca de mi vida dispuse a moverme de la cama sintiendo unas molestias al lado mío. Al darme cuenta son la bastarda hijas de los marineros, mientras me tocaba el pecho le dije que me guiara hasta el baño y que logren enjabonarme bien o sufrirían un castigo. Al decirlo con un tono algo sádico espere a ver como ellas iban al baño y algunas me guiaban hasta el para sentarme en un banquillo, me eche agua y me lavé suponiendo que eso estaba bien pero imaginándome que estaría haciendo el feto mal desarrollado de Manigoldo. Salí del baño en paños menores mientras me gritaba las mujeres que no saliera sin ponerme mi ropa. Busqué toda mi vestimenta y poniéndomela para no tener que seguir aguantado tanto lloriqueo dispuse salir para notar en ese momento que estamos ya desembarcados.

Caminé hacia fuera del barco hasta ver a Manigoldo que estaba siento corrido por uno de los estúpidos trabajadores, me reí en silencio deseando que le clavara una espada o a excalibur por el culo para ver si así se hacía respetar. Tras verlo decidí acércame a él mientras lo miro algo hastiado y sin más que decir que fastidiarlo para alegrarme la vida con su cara de miseria.

Bueno bastardo… que esperas hacer ahora? Será mejor que vayamos a paso rápido, no quiero tener que andar de arrastrado días y días para esta porquería… no valdría la pena… ya ha tardado demasiado este viaje. Deberíamos de dar marcha rápida en vez de estar en esta pocilga.

Caminé un poco más adelante que él para ver a todos trabajando y un estúpido chocó contra a mi. Moviendo con rapidez mi mano lo golpee fuertemente en la boca para tirarlo al suelo mientras noto que empieza a sangrar. Sólo lo escupí y seguí mi camino.

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