[Jerusalen] Barco pesquero

En medio de una humareda negra el barco de pesca salio del puerto y se adentro en el mar. Usui notaba bajo sus pies la vibracion de los motores y los crujidos de madera. Oia los gritos en hebreo de la tripulacion. Volviendo la cabeza, si no seria ciego, podria haber contemplado un puñado de casas arracimado junto a la orilla. Confiaba en que aquel maldito barco estuviese en condiciones de navegar, pues se hallaban en el ultimo rincon del mundo.

Israel se hallaba en la cubierta de proa contemplando el mar. Vio a Usui caminando hacia su direccion y lo llamo nerviosamente. Tenemos que hablar...

Claro. respondio Usui con tono despreocupado, y sonrio con aquella encantadora sonrisa.

Israel miraba el cielo gris y amenazador. El barco se balanceaba en el mar encrespado. Los marineros de cubierto aseguraban apresuradamente las sogas de ajuste, que una y otra vez parecia a punto de soltarse. A lo lejos avisto por primera vez la isla, una raya negra en el horizonte. Las olas empezaron a embestir la proa e Israel retrocedio unos pasos para no mojarse.

-Dime... en serio, ¿que tramas que trajiste a aquel chico?

-Ya te lo dije, Israel. Una caceria mas eficaz y ... rapida.

-Hay algo mas... te conosco... ¿que piensas hacer? ¿dividir los gastos conmigo y aquel niño? Por favor, Usui...

-No, en realidad no. Pensaba dividir los gastos con el niño. ¿Entiendes lo que te decia? Es emocionante, ¿no?. De pronto parecio inquieto, como si una corriente electrica recorrise sus miembros. Con el cuerpo tenso, se froto las manos.

Israel no sabia de que le hablaba, pero antes de que pudiese responder la proa del barco volvio a hundirse, levantando espuma. Israel se tambaleo, y Usui se abalanzo rapidamente sobre el, en apariencia para sujetarle. Sin embargo, algo extraño ocurrio. Israel noto el cuerpo de Usui contra sus piernas y de pronto se sintio empujado. Entonces otra ola embistio el barco e Israel se vio lanzado por el aire. Grito y se aferro a la barandilla, pero todo sucedio muy deprisa; el mundo, vuelto al reves, giro alrededor. Se golpeo la cabeza con la barandilla y cayo al vacio. Vio la pintura desconchada del casco pasar ante sus ojos y el agua verde del oceano cada vez mas cerca. Subitamente, al entrar en contacto con el mar encrespado, percibio un frio intenso y de inmediato se hundio bajo las olas, perdiendose en la oscuridad.

Usui se alejo lentamente de la proa, observando y sonriendo al notar que nadie lo habia notado. Observo de soslayo a Ashrael pero no fue hacia el, al contrario, se quedo observando el horizonte, a la isla cada vez mas cerca.

Desde donde se encontraban ya veian las olas, altas y blancas, estrellarse contra la base del acantilado. Estaban solo a dos o tres kilometros de distancia.

-Claro que si. Pero primero hay que ver donde ir con el barco. Pensamos desembarcar directo en la zona, si mal no me equivoco al este de la isla. Donde las frutas y pequeños roedores hay en abundancia. Aun asi, hay varios puntos en el lado barvolento donde el mar ha abierto cuevas en el acantilado. Y en dos de esos puntos las cuevas confluyen con rios que vierten sus aguas desde el interior. Asi que son navegables e ideales para dar de frente con la Anaconda. Pero dudo que los pescadores quieran ir por alli, por lo que creo tendremos que desviarnos un poco.

Ya se veia una abertura lobrega e irregular en la base del acantilado. Alrededor las olas rompian contra la roca y penachos de agua blanca se elevaban en el aire a una altura de quince metros. Encontrar a esa anaconda. Se hallaban a solo unos centenares de metros. Desde alli la cueva parecia mucho mayor, pero grandes olas arremetian contra las rocas a ambos lados. Es un juego de niños...

El barco enfilo hacia la costa este. Tan solo estaban a unos kilometros de su destino.